A la hora de explicar lo que es la RSC (Responsabilidad Social Corporativa), lo primero que nos suele venir a la mente es la relación con el apoyo a una buena causa. El reciclado, la plantación de árboles o la realización de algún servicio comunitario son varios ejemplos de ideas asociadas de manera común a la RSC.
Pero, sin embargo, la RSC va mucho más allá de lo explicado en estos casos. Con la elaboración de un buen plan de RSC, y su puesta en práctica, se puede contribuir a disminuir la injusticia y la pobreza mediante medios, servicios y procesos de negocios. Gracias a la colaboración con la sociedad civil, y con los sectores empresariales y públicos, se puede promover el respeto a los derechos humanos, la sostenibilidad ambiental y el emprendimiento.
¿Qué pasos hay que seguir para elaborar un buen plan RSC en una empresa?
A continuación detallamos las tres fases en las que hemos divido la creación de un buen plan de acción:
1) Identificar oportunidades de mejora:
Una buena manera de comenzar, es hacer un listado de las acciones sociales que la empresa ya realiza, como por ejemplo conciliar el horario de los trabajadores con la familia o el uso de las energías renovables. Lo más común es que la empresa no comience desde cero en este apartado y se pueda encontrar un punto de partida desde el que desarrollar y mejorar la idea.
2) Identificar grupos de interés:
Se incluye en esta búsqueda a clientes, trabajadores y proveedores. Esta parte puede ser difícil, ya que para identificar al cliente hay que diferenciar entre el comprador directo o el consumidor final del producto. También hay que escoger sobre si en la comunidad incluimos solo al Ayuntamiento de la ciudad o si, por el contrario, buscamos más asociaciones y otras agrupaciones de ciudadanos.
Para llevar a cabo estas decisiones dialogaremos con todos los grupos de interés para ver qué necesidades pueden surgir, qué esperan ellos recibir de la empresa y qué les podemos aportar nosotros desde la misma.
3) Concretar objetivos:
A la hora de centrarnos en unos objetivos, los priorizaremos por urgencia y por criterios. Es decir, si estamos haciendo algo mal y requiere de una pronta corrección para dejar de cometer el error, lo solventaremos con celeridad. Por otro lado, buscaremos criterios que estén relacionados con los valores y objetivos de la empresa. Lo siguiente a tener en cuenta serán los recursos de los que disponemos, tanto temporales como económicos, estructurales o de personal.
¿Qué buscamos con el plan de acción?
Un buen plan debe cumplir estas tres premisas:
1) Ser capaz de revalorizar la empresa y generar más valor en la misma.
2) Debe beneficiar a toda la sociedad en general.
3) Tiene que ser respetuoso con el medio ambiente, es decir, su realización debe ser sostenible.
Una vez que tengamos claros los objetivos, pasaremos a realizar el plan de acción. En él se recogerán los responsables asignados de cada objetivo, las etapas y los plazos, la metodología, los resultados esperados y la manera de evaluar los mismos. De esta manera, cuando se cumplan las fechas, podremos controlar el progreso y el trabajo realizado.
En el plan de acción se debe incluir una memoria de sostenibilidad para comunicar las acciones sociales que realiza la empresa. Las siguientes pautas están consensuadas a nivel mundial por la GRI (Global Reporting Initiative) y en su elaboración se recomienda lo siguiente:
• Se aconseja que esta memoria se realice cada dos años, incluyendo en la misma el balance de resultados medioambiental, económico y social.
• En la misma también desarrollaremos nuestro compromiso con los diferentes ámbitos civiles, sociales y empresariales.
• Mostraremos las pautas de actuación e indicadores de la dimensión económica, medioambiental y social de las actividades o productos que ofrece la empresa.
• También es recomendable que los altos cargos directivos de la empresa se involucren en los distintos niveles del proceso, representando así a la compañía y fomentando la responsabilidad.
• Por último, y una vez finalizada nuestra memoria, podemos someterla a una auditoria externa para obtener reconocimiento y aumentar su repercusión.
¿Café y escolarización?: Un ejemplo práctico de RSC
Imagina una cadena de cafeterías que adquiere su materia prima a pequeños y medianos productores. Aplicando la RSC, deciden abrir aulas de informática en diversas zonas de las comunidades donde se recolecta su grano de café. En ese momento detectan el problema de la falta de escolarización, porque los niños trabajan desde edades muy tempranas ayudando a sus padres a cultivar el café.
A través de su RSC, desarrollan un programa sobre educación y derechos de la niñez. Así, se aseguran de que sus proveedores cumplen con la legislación en el trabajo infantil. Como resultado de esta buena gestión, aumentan los índices de escolarización y el desarrollo de las zonas de cultivo mejora. La marca se convierte así en ejemplo de responsabilidad social y como beneficio, un mayor número de personas prefieren adquirir sus productos y trabajar en ella.
¿Qué beneficios tiene la aplicación de la RSC en mi empresa?
Tal y como afirman diversos institutos profesionales y del sector empresarial, es un apoyo estratégico que permite ser más competitivo en la adjudicación de licitaciones, obtención de certificaciones, realización de contratos y en la práctica de negociaciones internacionales. Mejora notablemente el modelo productivo de una empresa, uniendo los criterios de eficiencia, sostenibilidad y prosperidad.
Es capaz de optimizar los recursos de la empresa, creando un valor añadido, diferenciando a la empresa de la competencia y fidelizando a los clientes actuales. También permite crear nuevas estrategias de comunicación, favorece la especialización y la creación de estrategias de segmentación. Además, proporciona un mayor conocimiento del público potencial y el desarrollo de nuevos productos y servicios de más calidad.
Conlleva una mayor implicación de los empleados, lo que supone una duración mayor de la relación profesional de los trabajadores con la empresa, aumentando así la estabilidad de la plantilla. En la misma línea, la motivación y la ayuda en momentos difíciles los estimularán a valorar su puesto de trabajo. Entre los múltiples beneficios es importante remarcar la mejora de la lealtad del consumidor, debido a la admiración que generan los proyectos sociales. El valor generado en la imagen de la marca se amplia y los límites del circulo comercial, potencian el desarrollo global de la empresa.
¿Qué empresas de Murcia llevan a cabo programas de RSC?
Multitud de empresas aplican esta forma de gestionar una empresa. El listado de las mismas y sus proyectos están recogidos en el libro “Historias RSC de la Región de Murcia”, editado por un grupo de trabajo formado en la Cátedra de la UMU (Universidad de Murcia).
En este libro se recogen los inicios, los logros y los planes de futuro de diversas entidades, entre las que se encuentran grandes empresas, PYMES (Pequeña y Mediana Empresa) y varias organizaciones sin ánimo de lucro.
Historias y proyectos de Aguas de Murcia, Iberdrola, El Corte Inglés o Latbus, se describen en este libro. Otros ejemplos que figuran en el mismo son la Agrupación Sardinera de Murcia, Mercamurcia, el Tranvía de Murcia y otros muchos más, superando la veintena de historias recogidas en la publicación.
La propia Universidad de Murcia, además de interesarse por el resto de proyectos, también mantiene un fuerte compromiso ético y de valores, publicando los mismos en su memoria RSC. En dicho documento se desarrolla la propuesta estratégica RSC de la UMU, el compromiso con el alumnado, la empleabilidad, la sociedad, las empresas proveedoras, el medio ambiente, la investigación y, finalmente, con el propio personal de la Universidad.
¿Cuál es el estado de la RSC en Murcia?
Continuando con las publicaciones de la UMU, la Cátedra de RSC publicó en 2018 un análisis del nivel de RSC de las Administraciones Públicas locales en la Región de Murcia. En este estudio, se pone en contexto la función RSC de los Ayuntamientos.
El trabajo recoge un análisis de los instrumentos de gestión y evaluación de la RSC de las Administraciones Públicas y los resultados de la investigación en los veinticuatro ayuntamientos con mayor población de la Comunidad Autónoma de Murcia. Este completo estudio finaliza aportando conclusiones y propuestas de futuro e incluye en sus anexos las notas y valoraciones obtenidas en diversos indicadores por los distintos Ayuntamientos.
De vuelta al ámbito del producto final, destacamos la publicación «Evolución de la percepción de los consumidores sobre la RSC en la Región de Murcia en la década 2008-2018», editada por la UMU, en la que se analiza la importancia del consumidor y los factores que influyen en el comportamiento de compra.
Documentan el cambio que ha sufrido la sociedad en las últimas décadas, especialmente tras la crisis, ya que este fenómeno económico ha despertado una especial sensibilidad ante los comportamientos inadecuados o poco responsables de las organizaciones.
Tras explicar su metodología, figuran los resultados y balances de encuestas realizadas a consumidores, que nos permiten conocer la percepción que tienen con respecto a la RSC en Murcia, tanto en empresas como en Administraciones Públicas.
¿Te gustaría saber más sobre cómo aplicar la RSC a tu empresa u organización?